Confesiones las hay por todas partes, pero en el mundo de la peluquería y de la barbería tienen “un no sé qué que qué sé yo” que hace que los salones se llenen de los secretos y confidencias de los clientes que van a sentirse bien, ponerse guap@s y soltar todo aquello que tienen dentro. Pero ¿Y los peluqur@s y barber@s? ¿Confesarán en su tienda de confianza?
Desde la trastienda de iPelushop queremos saber más de los secretos y confesiones de los peluquer@s y barber@s del momento.
Así que este mes:
Confesiones desde la trastienda con Julián Gijón ·XVIII·
¿Cómo llegaste a ser peluquera?
Primero por tradición familiar.
Con ello descubrí que no me gustaba lo que veía y ello me llevó al gran reto de vida, crear mi propia filosofía profesional.
Creo que eso fue lo que me motivó y creó en mí el ser peluquero toda mi vida.
¿Cómo ves el sector, en qué momento nos encontramos, que recomiendas?
Un sector algo desanimado, pendiente más de la economía que de la pasión por su trabajo.
Nos encontramos en momentos de grandes cambios sociales y profesionales. Sólo el que sepa gestionarlos y asumirlos saldrá victorioso del laberinto apasionante que nos ha tocado vivir.
Asumir el cambio social. Despertar del letargo en el que se encuentran miles de profesionales. Volver a los valores del esfuerzo y el contínuo reciclaje y sobre todo, abrir los ojos y empezar a soñar. Dejar de pensar que las nuevas cargas de impuesto es nuestro gran mal… somos nosotros que aún no asumimos que esta es la nueva realidad y que debemos de afrontarla con soluciones, nunca con lamentos.
¿Qué te motiva de esta profesión?
Todo lo que es capaz de darme… Me regala cada día vida, experiencias nuevas y diferentes… y puedo crear esculturas dimensionales con los cabellos, sabiendo que son efímeras, que desaparecerán y regresarán a ti para volver a crear: inspiración y necesidad de ti…
Cuéntanos alguna anécdota que te haya ocurrido
Hace unos años, mi amigo y cliente el director de teatro Boris Rotestein, me trajo a su compañera para que le hiciera un estilo de corte. Ella, recién llegada de Rusia, no hablaba ni media palabra en castellano y yo en ruso ni os lo cuento…
Como pude y con el idioma internacional de los gestos y hablando fuerte, le explicaba el estilo que le quería hacer. Ella lo único que me decía con mucha insistencia era: “Cotito, Cotito”… Yo ante tales palabras me empleé a fondo cortando en cuestión de minutos su frondoso melena.
Cuando levantó la vista y descubrió que su melena había desaparecido de su contorno craneal, elevó las manos a su despoblada cabeza y comenzó a emitir cortos y sonoros gritos de espanto y terror. Yo asustado no entendía nada, no habia sangre, estaba haciendo lo que ella me había demandado… Al rato y entre la angustia del momento, descubrí que el “Cotito, Cotito” era “Poquito, Poquito”.
Como os podéis imaginar la cosa no tenía arreglo… Nunca más volvió.
¿Cómo ves la peluquería española?
En un gran momento, su creatividad y técnica es de las mejores del mundo…
Muestra de ello son las nuevas firmas y profesionales que están haciendo camino por todos los rincones de nuestro planeta…
Sólo faltaba creérselo y ellos lo han hecho.
¿Cómo motivar a los empleados del salón y cómo fidelizarlos?
Desgraciadamente todas las fórmulas están agotadas a largo plazo.
Sólo existe un camino real, el trabajo por porcentaje de lo realizado.
Tanto trabajas, tanto ganas, a un promedio de 60% / 40%.
Siendo autónomos y no dependiendo del salario fijo mensual. La fusión de firmas y de pequeños salones de autor. El aquiler de espacios y tocadores…
¿Quién debería ser nuestr@ próxim@ confeso/a?
La fuerza viva de nuestra profesión: Montse Morella
Nombre: Julián Gijón
Profesional desde: No recuerdo bien el año que conseguí ser profesional. Nací entre pelos, me crié entre ellos y hoy aún sigo viviendo mi pasión: la peluquería.
Nombre del Salón: Julián Gijón Perruquers
Apertura del salón: 1992
Ciudad: Terrassa
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