Para sentar una buena base de cuidados que nos acompañen toda la vida, es importante seguir desde joven una rutina básica de belleza. Te contamos los tratamientos recomendados para las veinteañeras.
Podría pensarse que los problemas faciales y corporales en la década de los 20 años son inexistentes. Sin embargo, factores como la contaminación, el exceso de sol, una alimentación deficiente y no demasiado equilibrada, el tabaco, la falta de sueño, el estrés y las hormonas, pueden hacer que la piel no luzca todo lo radiante que debería en esta edad. Es, además, el momento de sentar una buena base de cuidados que acompañen toda la vida y consigan una piel de calidad en el futuro. Para ello, es necesaria una primera visita al centro de estética para pautar unas rutinas de tratamiento, tanto en el rostro como en el cuerpo, y recibir el consejo especializado para hacerlo de la mejor manera.
Si bien es una edad en la que el acné puede ser un problema recurrente y las pieles suelen tener una tendencia grasa, no se puede hablar de unas características generales. Nadie como un profesional especialista en el cuidado de la piel para guiar a la joven, identificar su tipo de piel y asesorarle sobre los productos y rutinas específicas más adecuados. Habrá que determinar si la piel es grasa, mixta o seca, y en función de eso adaptar el “ABC” de la rutina facial y los básicos del cuidado de la piel a cualquier edad, pero que deben establecerse en esta década de manera diaria y correcta.
La limpieza diaria, un cuidado imprescindible
Higiene, hidratación y protección serán los tres pasos imprescindibles para lucir una piel siempre sana. La limpieza diaria es prioritaria, ya sea con leche, crema o gel jabonoso (el centro pautará el producto más adecuado) para conseguir que el rostro quede perfectamente limpio y libre de maquillaje o de cualquier otra impureza.
La elección del tónico adecuado ayudará a realizar una higiene exhaustiva de la piel, pero ¿debe utilizarse un tónico con o sin alcohol? ¿Lo pasamos a golpecitos o arrastrando? Dependerá del tipo de piel y sus necesidades, pero a esas edades, una gran mayoría, tanto chicas como chicos, necesitan un tónico con alcohol y la forma adecuada de aplicarlo es impregnando el producto en un algodón y arrastrando.
Una buena crema hidratante aportará los activos necesarios para que la piel esté confortable y equilibrada. A los 20 acostumbran a gustar las texturas oil free, y según se acerca la década de los 30, será el momento de empezar a introducir otros principios activos. Por supuesto no debe faltar la protección solar, incluso en invierno. No olvidemos que la piel tiene memoria y los cuidados que tengamos con ella en nuestra juventud serán reflejo el día de mañana.
Tratamientos en cabina
Con estos cuidados básicos perfectamente aprendidos, siempre es recomendable realizar determinados tratamientos faciales en cabina. Se aconseja una limpieza facial profesional, aproximadamente cada tres meses, y coincidiendo más o menos con el cambio de estación, fundamental para oxigenar la piel y para que el profesional vea la evolución del rostro y pueda ir recomendando lo más conveniente en cada momento. Es la mejor manera de llevar un seguimiento del estado de la piel.
Una opción es el tratamiento vapor- ozono, el baño de parafina o una crema energética para la extracción manual de impurezas. De esta manera compensamos las funciones de la piel y la calmamos, dejándola radiante.
- Un tratamiento para cada piel
Dependiendo del tipo de piel, las profesionales recomendarán un tratamiento específico u otro. Por norma general, todas las pieles necesitan mantener el equilibrio hídrico, por eso un tratamiento que hidrate y alivie la piel de tiranteces será perfecto para esta edad.
- En las pieles mixtas se recomienda un tratamiento matificante: aporta hidratación pero a la vez regula la producción de las glándulas sebáceas, evitando que se formen puntos negros y, sobre todo, equilibrando este tipo de pieles que a veces se irritan con facilidad.
- En las pieles más problemáticas, con tendencia acneica, debemos realizar una revisión constante para vigilar la evolución y evitar que esa tendencia derive en acné.
- En aquellas pieles muy apagadas, como las de las fumadoras, aquellas que pese a la juventud se han expuesto al sol en exceso o las pieles que han sufrido acné, es recomendable realizar dos veces al año (primavera y otoño) un peeling con ácido salicílico que corrija pequeñas manchas, las secuelas del acné e iluminen la piel.
Cuidados corporales
A nivel corporal, en esta franja de edad los problemas también son pocos y vienen causados, generalmente, por una mala alimentación, por el sedentarismo de tantas horas de estudio y por una vida un poco desordenada con abuso del tabaco, la comida basura o el alcohol. Un alto porcentaje de los problemas corporales en esta edad son, principalmente, mala circulación, retención de líquidos y celulitis. Por eso es importante tener desde jóvenes unos hábitos saludables de ejercicio y alimentación y una rutina básica de belleza que pase por una buena exfoliación e hidratación de la piel.
Teniendo esto en cuenta, un peeling corporal en cabina con cada cambio de estación vuelve a ser necesario y recomendable. De esta manera comprobaremos el estado de la piel, pero, además, eliminaremos las células muertas, permitiendo que la piel se oxigene, se regenere y absorba los principios activos de las cremas de cuerpo, ya sean simplemente hidratantes o anticelulíticas. Suele ser muy demandado en las jóvenes acompañar la exfoliación de la aplicación de autobronceador. También es recomendable realizar dos veces al año un tratamiento corporal de acción hidratante, nutritiva y tonificante.
Si hay problemas de mala circulación, retención de líquidos y celulitis, el mejor tratamiento y el más recomendado es el drenaje linfático manual, una precisa técnica de masaje que, mediante unos movimientos suaves, rítmicos y con la presión justa en la dirección de los ganglios linfáticos, moviliza la linfa del organismo favoreciendo su circulación y, con ello, mejorando el drenaje. Es perfecto para combatir la retención de líquidos pero también es muy eficaz para luchar con la celulitis, desintoxica el organismo, equilibra el sistema nervioso y activa la circulación sanguínea.
En casos puntuales será necesario recurrir a otros tratamientos como la vacumterapia, una técnica altamente efectiva que, a través de pequeñas succiones, llega a los niveles más profundos de la piel. Los efectos son casi inmediatos: mejora la calidad de la piel, elimina el exceso de líquidos y toxinas, drena y disminuye el volumen corporal y la celulitis. También, dependiendo del caso, se puede utilizar radiofrecuencia, especialmente para tratar la celulitis asociada a la flacidez.
Ana Puelles
Copropietaria de Estética Lostao
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