LOS 9 PELIGROS OCULTOS DEL CALOR…
Dejando a un lado el abusivo uso que se hace del secador -a ver quién esperar pacientemente que su melena se seque al aire antes de salir de casa-, cada vez son más las mujeres que usan a diario la plancha o los rizadores para disciplinar y dar forma a su cabello, que tiene que soportar temperaturas por encima de los 200ºC. Seguro que estás cansada de escuchar que es una temeridad utilizarlas sin aplicar antes un protector térmico, pero ¿sabes realmente por qué? El fundador de Nuggela & Sulé, Adolfo Remartínez nos lo cuenta.
1. Destruye la queratina.
A consecuencia de la deshidratación que provoca el calor, las fibras de queratina se fragilizan y terminan por romperse.
2. Degrada el color del pelo.
Lo primero que te dirá el peluquero si llevas el cabello coloreado o con mechas es que intentes evitar el secador y la plancha.
3. Provoca la caída del cabello.
El secador inflama el cuero cabelludo, perjudicando la micro irrigación sanguínea. Por consiguiente, se produce desnutrición en el bulbo piloso, lo que provoca debiliad y riesgo de caída.
4. Deshidrata el pelo.
Seguro que esto ya lo sospechabas. El calor de las planchas puede tener el efecto contrario al que buscas encrespando tu melena.
5. Resta luminosidad.
Sí, el calor apaga el brillo de tu pelo. Al presentar una mayor porosidad se produce un efecto óptico de opacidad.
6. Daña la cutícula.
Las mismas ampollas que sufre la piel cuando se quema por la acción del sol, se producen en la cutícula del cabello en forma del llamado “pelo burbuja” y una mayor porosidad.
7. Menos densidad capilar.
El pelo crece más fino y puede partirse. Por eso da la sensación de que cada vez es más fino.
8. Cuece el pelo.
En el interior del cabello hay agua y bastarían 100ºC para que ésta entrara en ebullición. Sometido a temperaturas de hasta 230ºC el pelo ”hierve” y las micro burbujas que se producen explotan rompiendo la fibra y abriendo las puntas.
9. Ralentiza el crecimiento del cabello.
La sensación que tienes de que el pelo no crece es real. El calor puede partir el pelo –en especial en la zona de medios y puntas- y no termina de crecer.