Los trucos definitivos para sacar el máximo provecho al iluminador
¿Harta de ir por la vida cuál oso panda? ¿Vas falta de sueño y cuando te miras al espejo sólo puedes ver tus ojeras? La solución se llama corrector. Milagros no hace pero sí las disimulará y hará que luzcas buena cara.
¡Qué odio le tienes tus ojeras! y es que pareces un oso panda todo el día y no te gusta nada. Por ello, el corrector será tu salvación. no las eliminarä para siempre pero sí que las disimulará un dará un toque de frescura a tu look. Descubre debes aplicarlo para aprovechar todos sus beneficios:
Hidratación
Lo primero que debes tener claro es que si la zona está bien hidratada, el producto fluirá y no quedarán los famoso “pegotes”. Como ya sabes, la piel que envuelve el área de los ojos es muy delicada, por ello, antes de aplicar corrector a lo grande, piénsalo. Pon sólo una cantidad de crema como un grano de arroz y hazla que penetre con toquecitos, suaves presiones. No hace falta que lo hagas en el párpado móvil ni en el párpado superior: con el inferior y el hueco del lagrimal habrá suficiente.
Atención al lagrimal
Nada de ponerlo en todo el ojo, el corrector sólo debe aplicarse, y con especial cuidado, en la zona del lagrimal, ya que es la más oscura de la cara. Olvídate de cubrir arruguitas y patas de gallo. Ya lo verás, ¡se hará magia! Será como encender el rostro y tu mirada parecerá más despierta de forma inmediata.
Te recomendamos que utilices la siguiente técnica: pon una gotita de corrector justo en el lagrimal y aborda todo el área que va desde allí hacia el puente de la nariz.
Cómo aplicarlo
No debes deslizar ni extender el corrector, al contrario. Debes aplicarlo con ligeros toquecitos, es decir, presionar el producto contra la piel. Lo que buscamos es conseguir la mejor cobertura posible, y además, el calor que desprenden los dedos contribuirá a fundir la fórmula. Si buscas un efecto impecable te recomendamos que lo hagas con un pincel para corrector, obtendrás un resultado de lo más pulido ya que el pincel te permite llegar perfectamente a las esquina y extender bien el producto.
El tono ideal
El error que se comete más frecuentemente es utilizar un corrector con un tono demasiado claro, qe puede llegar a crear el efecto contrario al deseado y enfatizar más las ojeras. Por ello, el color debe ser lo más parecido al de las ojeras para que el resultado quede unificado con el resto de la piel del rostro, sin crear un área ultra luminosa que deja más con efecto ojo panda que con aspecto de Bella Durmiente recién levantada.
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