Aunque no lo parezca, o no lo percibamos, las uñas son tan sensibles al frío como lo es nuestra piel, cabello, etc. Y si a nuestro pelo le aplicamos esa mascarilla especial, y a nuestra piel la hidratante que mejor nos funciona, ¿por qué las uñas no tienen un cuidado especial? Cuidarlas y mimarlas puede evitar que se rompan.
En realidad este problema de las uñas en invierno, que se rompan, viene provocado por la humedad. Digamos que las uñas están compuestas en un 18% de agua, pero en invierno se secan por el constante cambio de temperaturas entre el frío de la calle y el calor seco de los interiores. Las duchas empiezan a ser más calientes y el uso de guantes tampoco ayudan a mantener una apropiada hidratación en las uñas.
Toma nota de los siguientes cuidados para las uñas:
- Hidrata bien las manos y las uñas para evitar resquebrajamientos y sequedad en las cutículas, uñas y piel. Se recomienda masajear las uñas y cutículas cuando apliques tu hidratante, puede evitar que aparezcan padrastros.
- Come abundante fruta y verduras frescas, sin cocción. Estas pueden aportarte un alto contenido de agua para recuperar ese 18% que necesitan las uñas.
- Por descontado, no debes olvidarte de tomar mínimo dos litros de agua al día.
- Trata de evitar cremas o geles que contengan alcohol, más que ayudar a hidratar puede terminar de consumir el agua que les queden a las uñas y manos.
No es la primera vez que mencionamos que las manos son nuestra carta de presentación, por eso en cualquier época del año tenemos que tenerlas a punto. ¡No dejes que el invierno te estropee las uñas!
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