MEJORAR EL BIENESTAR POR LOS PIES

A través de las plantas de los pies, por efecto reflejo, puede actuarse sobre todos los órganos del cuerpo y mejorar la salud, la armonía y el bienestar físico, psíquico y emocional. Hablamos de una técnica holística que trata al individuo en su totalidad y que podemos integrar fácilmente en nuestros salones, dentro de la carta de masajes, para ofrecer un cuidado integral a nuestros clientes.

En busca del equilibrio

La reflexología podal combate el estrés, la ansiedad y los estados nerviosos. “Se trata de una técnica manual de presión en puntos de ambos pies, que consigue relajar el cuerpo y aliviar la mente, activando la capacidad natural de autocuración”, explica Ildi Guba, directora de los centros ChiSpa de Madrid y Barcelona. Tiene un efecto beneficioso sobre otras partes del cuerpo y mejora la salud general. Su estimulación ayuda a equilibrar energéticamente el organismo, excitando o sedando los órganos, según se precise. Utiliza los reflejos de los impulsos que se producen durante el masaje en el pie para enviar la información al área con el que está conectado ese punto del pie. Estos estímulos son conducidos a través de canales nerviosos y energéticos y llegan a todas las partes del cuerpo.

A través de la morfología del pie podremos conocer qué órganos están desequilibrados y trabajar para corregirlo, incluso antes de que haya síntomas manifiestos. Además se pueden conocer y tratar aspectos psicológicos de la persona.

Zonas reflejo

Esta técnica terapéutica se basa en la estimulación mediante masaje manual de puntos sobre los pies, denominados zonas de reflejo, que se corresponden a distintas partes del cuerpo, por lo que de forma indirecta o refleja (de ahí el nombre) los órganos, músculos u otras partes del organismo reciben un estímulo curativo. También hay un efecto local en los pies muy importante y útil para tratar y prevenir muchos problemas de los mismos.

Para su realización no se requiere de ninguna herramienta más que las manos, si bien es aconsejable usar algo de aceite para masajear con más facilidad y fluidez.
Aunque la reflexología se puede realizar en las manos, la nariz o las orejas, en las zonas llamadas reflejo y por eso también conocida como terapia zonal, la práctica habitual

es estimular determinados puntos sobre las plantas de los pies, ya que en estos se encuentran representados todos los órganos del cuerpo y casi todas las estructuras de sostén. La manipulación de estas zonas reflejas de los pies permite no solo conocer el área del desequilibrio del cliente tratado, sino aquella o aquellas zonas que pueden ser propensas a padecerlo. Después, debemos establecer un protocolo de tratamiento para restablecer ese desequilibrio, ayudando a recuperar la salud. Es decir, la reflexología podal aúna diagnóstico, prevención y tratamiento.

Con esta técnica podemos tratar prácticamente cualquier tipo de patología:

  • Trastornos digestivos.
  • Desórdenes menstruales.
  • Desequilibrios endocrinos.
  • Dolores de cabeza, de espalda, articulares y musculares, reumáticos, lumbalgias, contracturas.
  • Estrés, nerviosismo.
  • Problemas respiratorios.
  • Lenta circulación sanguínea y linfática.
  • Desajustes del sistema inmunológico.
  • Mal funcionamiento de los órganos de cuerpo.
  • Bajos niveles de energía.
  • Acumulación y eliminación de toxinas.
  • Ayuda en problemas de estreñimiento, falta de apetito, alergias, vértigos.

Además tiene efectos de terapia preventiva, estimula la creatividad, eleva el nivel de vitalidad y mejora el humor. También para adelgazar, activando los distintos puntos energéticos del cuerpo que propician la pérdida de peso.

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Cómo incluirlo en tu salón

Las sesiones suelen tener una duración de 30 a 60 minutos y, aunque por supuesto depende de cada centro, como es una terapia que solo depende de la pericia del profesional, los precios suelen oscilar entre 1-1,5 euros minuto, 30-90 euros por sesión, recomendándose una estrategia de bonos de 10-15 sesiones, ya que una sesión no suele ser suficiente más que para determinar el grado de salud del cliente, un diagnóstico. Después es recomendable que reciba tratamiento en las zonas reflejas afectadas, aunque ya en la primera sesión aportemos un cierto grado de alivio.

En ocasiones puede darse alguna molestia por haber removido ciertas zonas que estaban desequilibradas, pero este malestar irá desapareciendo en uno o dos días. En casos de prevención, la frecuencia ideal para empezar con un tratamiento de reflexología podal es una sesión semanal. Cuando es recibido con regularidad, se aprecia una mejoría generalizada del sistema nervioso, por ejemplo en casos de dolores de cabeza, jaquecas, estrés, ansiedad, depresión e insomnio.

Combinado con masaje neurocraneal

“La reflexología consiste en la presión o masaje de distintos puntos del cuerpo, normalmente de los pies aunque también de las manos, el cráneo, las orejas. El masaje craneal se aplica en el cráneo, la cara, el cuello y los hombros y está especialmente dirigido a reducir la tensión de estas zonas y eliminar el dolor y las molestias que ésta puede causar”, asegura Natividad Lorenzo, directora del centro que lleva su nombre. También es un tipo de masaje muy recomendable para después de una sesión de ejercicio intensivo. Un masaje de reflexología podal de unos 40 minutos ayudará a prevenir enfermedades, lograr el equilibrio orgánico y relajar una de las áreas que más se habrá cansado tras un ejercicio intenso. Mediante técnicas de amasamiento y rotación, se conseguirá destensar no sólo los pies, sino todo el organismo a partir de las diferentes terminaciones nerviosas. Cuidar los pies así es una buena forma de renovación, relajación y una mejora de tono muscular. Una manera completa de recuperación, previa descarga de adrenalina con la parte deportiva, y descanso físico y mental con la reflexología. Si tienes clientes amantes del deporte, o runners de fin de semana que se apuntan a todas las carreras a su alcance, coméntaselo; puede ser un buen plan para todos. En cualquier caso, después de una sesión de reflexología podal, se notará, por lo general, una profunda relajación no solo a nivel de pies y piernas, sino de bienestar general.

Elimina el estrés por los pies

La reflexología podal es “una sencilla y agradable técnica contra el estrés y la ansiedad, dolencias que nos impiden disfrutar de la vida plenamente”, asegura María Davila López, pedagoga y reflexóloga de Sanis Natura, Centro Integral de Terapias y Medicina Natural de Madrid, que define el estrés como “cualquier estímulo o factor que amenaza la salud del organismo o tiene un efecto adverso en su funcionamiento”.

La vida actual somete a presiones constantes que provocan diversos estados de estrés, que se manifiesta generalmente como resultado de las frustraciones originadas por necesidades insatisfechas, o también como respuesta a situaciones alegres, tristes, físicas, etc. La tensión originada por el estrés se manifiesta con reacciones de ansiedad y angustia de múltiples maneras, tales como: sudores, taquicardia, sofocos, escalofríos, hormigueos en las extremidades, mareos, dolores de cabeza, cuello y espalda, alteraciones del sueño, apetito y problemas gastrointestinales, presión sanguínea alta, problemas articulares, trastornos depresivos, desgana, irritabilidad, apatía y desinterés sexual, sentimiento de desrealización, miedo a la muerte y fobias de distinta índole. Es difícil saber qué es exactamente lo que ha provocado ese estado en nuestra clienta, pero sí podemos acercarnos sabiendo con qué se corresponde cada punto del pie que toquemos, donde más le duela, cuando reaccione con un espasmo, y dependiendo de su intensidad, sabremos si estamos llegando al intestino, órganos sexuales, cadera, y así, con movimientos certeros, aliviar esa zona refleja afectada por el estrés y a la vez ayudar a revertir este.

La tensión originada por el estrés es, en cierta manera, necesaria para el desarrollo de la personalidad, pero cuando no puede ser controlada, empiezan a aparecer los síntomas descritos. La medicina tradicional tiene muchos fármacos y sistemas para combatirlo, no obstante tenemos que tener presente que aunque la medicación alivia los síntomas del estrés, el problema no se corrige hasta que no se hayan solucionado los factores causantes.

Cuando se produce un estrés elevado, las funciones ‘innecesarias’ de los órganos se detienen, como la digestión, por ejemplo, para que el cuerpo se vuelque y pueda contrarrestar la causa del estrés. Cada persona puede tolerar un nivel distinto de estrés, pero en todos los casos las glándulas suprarrenales reciben un estímulo adicional. El estrés les afecta mucho más que a cualquier otra glándula, ellas controlan las repuestas de nuestros sistemas psíquicos y físicos ante las amenazas y los retos de la vida. Son un centro de energía para el cuerpo, cruciales para la buena salud y vitalidad. Trabajándolas, la sangre fluye abundantemente hacia ellas.

Con la reflexología podal, como tiene un planteamiento holístico (estudio “del todo”, relacionado con sus partes pero sin separarlo del todo), se llega a todos los rincones del organismo (cuerpo y mente). Los efectos profundamente relajantes sirven para reducir el estrés y la tensión, tratando el sistema endocrino (hipófisis y tiroides), por el buen acceso que se tiene tanto a las terminaciones nerviosas del hipotálamo, como de la hipófisis y las glándulas suprarrenales.

La reflexología puede aliviar las reacciones que provoca el estrés, aunque no eliminarlo por completo. Si una persona está tranquila y relajada podrá afrontar mejor las situaciones estresantes equilibrando el sistema biológico del que depende la salud.

Contraindicaciones

  • Procesos agudos de fiebre.
  • Osteoporosis del pie o pierna.
  • Enfermedades isquémicas del corazón (angina de pecho, infarto de miocardio…).
  • Embarazos con riesgo de aborto.
  • Infecciones agudas en general.

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