¡Exfóliate! Todos sus secretos y beneficios y 2 tratamientos recomendados

A las puertas del verano, llega el momento de preparar la piel para la exposición al sol. Exfoliar para liberar la piel de toxinas y células muertas, e hidratar a continuación para calmar y relipidar la epidermis, son los dos básicos de la temporada. (Un reportaje de María Serralta)

Técnicamente, la exfoliación es el proceso natural de renovación celular que lleva a cabo la epidermis para la eliminación de las células muertas, en un proceso que dura, aproximadamente veintiocho días. Sin embargo, con el paso de los años este proceso se ralentiza, y se hace necesario realizarlo de forma artificial, mediante una acción física, química o enzimática. Es un paso indispensable en los tratamientos corporales en cabina, ya que no solo renueva la epidermis para una superficie uniforme y favorece la penetración de los activos que se apliquen a continuación, sino que consigue una piel que luce sana, radiante y libre de impurezas. Aunque es un proceso que debe realizarse de forma regular durante todo el año, de cara al verano y a la exposición al sol es especialmente importante para preparar la piel, ya que de esa manera su superficie quedará completamente limpia, renovada y sin capas de células muertas, y se conseguirá un bronceado más uniforme, luminoso y duradero.

Exfoliación: a fondo

El organismo dispone de dos mecanismos naturales para deshacerse de toxinas y células muertas: a través del sudor y de la descamación o renovación celular. Un proceso necesario para la piel, que se produce en su capa más superficial, y que en pieles sanas y jóvenes tiene lugar, aproximadamente, cada veintiocho días. Sin embargo, más o menos a partir de los veinticinco años este proceso empieza a ralentizarse, pudiendo durar hasta sesenta días, por distintas causas: las principales, la edad y las agresiones externas, como la exposición al sol o los factores ambientales. Cuando no se realiza correctamente esa eliminación de toxinas y células muertas aparecen diferentes problemas a nivel cutáneo que van desde la deshidratación al engrosamiento, la falta de luminosidad, las manchas… dando lugar a un envejecimiento prematuro, tanto a nivel corporal como facial. Es por este motivo, como nos explica Yolanda Franco Zamora, formadora de Décleor y Carita, que es importante realizar una exfoliación cada cierto tiempo, dependiendo del tipo y las necesidades concretas de la piel. Y la esteticista es quien debe adaptar y personalizar la exfoliación según las necesidades de cada piel, eligiendo el método, el exfoliante y la intensidad más adecuados a cada caso.

Beneficios

En sí, la exfoliación ya es un auténtico ritual de belleza, que ofrece múltiples beneficios tanto a nivel estético como dérmico. La doctora Patricia Ricarte, responsable del Departamento de Asesoría Técnica de Germaine de Capuccini, nos los cuenta: “Al eliminar las células muertas, la piel queda limpia y tonificada, se previene el envejecimiento cutáneo y se activa la circulación, favoreciendo una mejor oxigenación de la epidermis. Asimismo, devuelve a la piel un aspecto más uniforme, fino y suave”.

Por otra parte, mantener una piel bien exfoliada ayuda a prevenir la flacidez, las arrugas marcadas y la aparición de enfermedades dermatológicas como la hiperqueratosis o la ictiosis. Y, por último, cualquier activo aplicado sobre una piel perfectamente exfoliada, desde los anticelulíticos a los reductores pasando por los autobronceadores o los hidratantes más básicos, actuará mejor y será mucho más efectivo.

Antes del sol. ¿Por qué?

Preparar la piel con tiempo para exponerse al sol es un indispensable si lo que se busca es un bronceado uniforme, luminoso y duradero, ya que permitirá, por un lado, que la piel esté libre de impurezas y se broncee uniformemente, y por otro, que soporte las condiciones del verano sufriendo lo menos posible. Durante la exposición al sol, la piel activa sus defensas naturales acelerando la renovación celular y alterando la descamación, lo que provoca un engrosamiento de la epidermis que sirve como barrera protectora frente a los rayos UV, y evita que la piel se queme. Por este motivo, explica Yolanda Franco Zamora, se recomienda no exfoliar la piel cuando se van a realizar exposiciones al sol, para no alterar su escudo natural.

Sin embargo, sí es recomendable hacerlo en la temporada previa a la exposición al sol para preparar la piel, puesto que cuando una piel que no está bien exfoliada se expone al sol, se produce un engrosamiento en diferentes zonas, creando sequedad e incluso descamación. Además, el bronceado no es uniforme, y a menudo se produce la aparición de manchas al tener capas y capas de células muertas acumuladas. Con la exfoliación se elimina el posible engrosamiento que ya se tenga en la piel, y ésta queda completamente limpia, renovada y sin capas de células muertas que favorecen las manchas, afean su superficie y empeoran su textura y su tacto.

Física o química: tipos de exfoliación

Si nos centramos en la exfoliación a nivel estético, dejando a un lado la exfoliación médica (que se realiza con láser, bisturí o lija dermatológica), podemos decir que hay dos tipos de exfoliación: física o mecánica, y química.

La exfoliación física o mecánica contiene partículas de arrastre, que eliminan las células muertas y las impurezas por fricción, y suelen ser de origen natural y mineral como la sal marina, el azúcar, la pepita de uva, la cáscara de nuez moscada, los microcristales de óxido de aluminio o el sílice, entre muchos otros. También puede utilizar elementos como cepillos, guantes o esponjas.

La exfoliación química superficial, en la que no hay arrastre, consiste en aplicar sobre la superficie de la piel distintos preparados que se dejan en exposición durante un tiempo determinado y desestabilizan la cohesión entre los corneocitos, facilitando así la descamación de la piel. Entre los activos más utilizados están los alfa hidroxiácidos (como los ácidos láctico, glicólico, málico o tartárico), y los beta hidroxiácidos, como el ácido salicílico.

Dentro de la exfoliación química existe otro tipo de exfoliación: la enzimática, en la cual las células muertas se separan por disgregación mediante la acción biológica de enzimas, que suelen provenir de fermentados de papaya, higo o piña.

La elección de una u otra dependerá del tipo de piel, de la estación del año y del fin que se persiga, por lo que lo mejor es ponerse en manos de profesionales, como recomienda Patricia Ricarte: “la exfoliación perfecta es aquélla que se personaliza según las necesidades de cada piel”, y la profesional determinará qué tipo de exfoliación, intensidad y método utilizar.

Por norma general, se recomienda la exfoliación mecánica para trabajar de forma más superficial, en pieles gruesas y que no sean muy sensibles, y se suele utilizar en tratamientos corporales y faciales como fase preparatoria de la piel. Por su parte, la recomendación de la exfoliación química depende del activo que se utilice, su concentración y el tiempo de exposición de la sustancia en cuestión, ya que puede funcionar tanto a nivel superficial como en profundidad. Es recomendable para todo tipo de pieles, incluso las más sensibles, y por su alto poder exfoliante se suele utilizar (siempre en manos de profesionales) en tratamientos para manchas, cicatrices, arrugas, marcas, etc.

Exfoliación & hidratación: el tándem perfecto

La piel posee un manto hidrolipídico que ayuda a mantener el grado de hidratación cutánea y la protege de los agentes externos. Cuando realizamos una exfoliación, este manto se altera, dejando la piel desprotegida, de forma que para poder recuperarlo, calmarlo y restaurarlo es fundamental hidratar la piel a continuación y devolverle los lípidos que necesita para mantenerse en perfecto estado y que pueda cumplir con su función protectora. Si hablamos de exposición solar es aún más importante que la piel esté perfectamente hidratada y reparada tras la exfoliación, ya que al quedarse desprotegida hay que repararla para ayudarla a defenderse de las radiaciones solares.

Por eso, en la mayoría de centros de belleza y estética se busca aunar eficacia y sensorialidad con tratamientos multidisciplinares, rituales que purifican el cuerpo liberándolo de impurezas y células muertas al tiempo que hidratan y nutren en profundidad.

thecalmbeauty1thecalmbeauty2

The Calm Beauty

“Conseguir hacer ese ‘clic’ mental propio de las vacaciones, que logra que te sientas en calma, contigo mismo y con lo que te rodea, de forma pausada y consciente”. Ésta es la máxima sobre la que Carolina de Castro, alma máter de The Calm Beauty, ha creado su centro de belleza y bienestar con la serenidad como leit motiv, en un ambiente inspirado en el espíritu de la época dorada de Palm Springs que transmite lujo vacacional, y con una selecta carta de tratamientos de espíritu multicultural que es una fusión de las técnicas de visagismo francesas, el espíritu eco-healthy germánico y las ancestrales terapias del sur de Corea. La filosofía de The Calm Beauty es fruto de las experiencias y la formación de Carolina de Castro durante su residencia en lugares tan dispares como Alemania (donde se empapa del estilo de vida healthy con conciencia eco y de los tratamientos y fórmulas naturales), y Corea del Sur, donde se formó en disciplinas ancestrales de tradición asiática. De esta etapa proceden su afán por el servicio personalizado, la delicadeza y el cuidado por los detalles.

Situado en el corazón del Barrio Salamanca de Madrid, The Calm Beauty es el nuevo templo slow-natural-beauty, que apuesta por los tratamientos más punteros y efectivos con una visión eco-friendly y un afán de desconexión profunda.

“The Calm Beauty representa un punto de encuentro entre la belleza externa y el bienestar interno. Un espacio de desconexión de la vorágine del exterior y de reconexión con uno mismo”, añade Carolina de Castro.

 

Tratamiento recomendado: Multisensorial Marrakech “Las mil y una noches”

The Calm Beauty cuenta con una extensa carta de tratamientos tanto faciales como corporales, así como rituales multisensoriales orientados a conseguir bienestar interior y belleza exterior. El tratamiento corporal Multisensorial Marrakech procura una piel profundamente renovada e hidratada al tiempo que consigue una relajación máxima en noventa minutos.

Protocolo:

  1. Se prepara la cabina con velas, incienso de lavanda y luz tenue para favorecer una atmósfera de profunda relajación.
  2. Se acomoda al cliente sentado en la camilla con los pies colgando, y se realiza un baño de pies con leche de soja.
  3. Se acomoda al cliente en decúbito supino y se le cubre con una toalla.
  4. Se realizan unas presiones por encima de la toalla con la técnica de “pisadas de oso” en hombros, caderas, muslos, espinillas y pies.
  5. Se exfolia en profundidad todo el cuerpo con un guante de Kessa humedecido con una esencia calmante y regeneradora a base de aceites de caléndula, manzanilla y jojoba y extractos puros de lavanda y mejorana. Se gira al cliente para repetir el procedimiento en decúbito prono.
  6. Se cubre al cliente con una toalla para secarle, y se realizan unas presiones.
  7. Se realiza un masaje relajante combinando diferentes técnicas, utilizando una vela de masaje con propiedades calmantes, hidratantes y regeneradoras para relipidar y nutrir la piel en profundidad, de pies a espalda y, a continuación, girando al cliente, de pies a cabeza.

The Calm Beauty. Calle Juan Bravo 26. Madrid.

 

theorganicspaTheorganicspa1theorganicspa2

The Organic Spa

Desde su apertura en 2011, The Organic Spa (antes, Pañpuri Organic Spa), está considerado como uno de los mejores “Spas Urbanos” de España, y como el más exclusivo templo de tratamientos orientales del país. Ofrece una experiencia wellness sublime, que se basa en la sabiduría oriental, el poder de la naturaleza y la eficacia de las fórmulas orgánicas para el cuidado corporal y facial.

Situado en plena Milla de Oro madrileña, cumple con una estricta filosofía orgánica: todo lo que toca al cliente, desde las sábanas que cubren las camillas a cada uno de los productos que se utilizan en sus tratamientos o que se venden en su boutique, es 100% orgánico certificado.

Sus terapeutas, casi todas tailandesas, están tituladas y especializadas en cada uno de los rituales y técnicas que trabajan, en un centro que es la materialización del lujo asiático y donde el bienestar, así como la búsqueda de un estado de equilibrio interior, paz y armonía, son los pilares que sustentan su éxito.

Nada más cruzar las grandes puertas de madera que dan paso a su zona de cabinas, iluminada únicamente con la luz de las velas que marcan el camino, la desconexión es absoluta. Dentro de cada sala de tratamiento, equipada hasta el mínimo detalle, el ambiente acompaña e invita a la relajación total y al abandono, a rendirse a sus rituales corporales y faciales, en los que destaca el arte del masaje asiático en todas sus especialidades. Un lugar de visita obligada para los amantes de la belleza, el bienestar y la buena vida.

 

Tratamiento recomendado: Detox Cuerpo & Mente

Un auténtico ritual de belleza, bienestar y salud para los cinco sentidos, que devuelve a la piel la luminosidad y la hidratación perdida tras los daños del invierno con una lujosa y exclusiva combinación de sales exfoliantes, barros detox y aceites esenciales, y la prepara para lucir un aspecto saludable durante el verano y un bronceado uniforme, al tiempo que elimina toxinas, drena y ayuda a combatir la celulitis en 120 minutos.

Protocolo:

  1. Recepción y bienvenida con un té orgánico.
  2. Ritual tradicional tailandés de lavado de pies con ingredientes 100% naturales y orgánicos a base de zumo y hojas de lima kaffir, raíz de árbol de té y limón.
  3. Se acomoda al cliente en la camilla envuelto en sábanas de algodón orgánico y se aplica con un vigoroso masaje el exfoliante orgánico detox de su elección (a elegir entre jazmín, té verde, coco y papaya) para desintoxicar, eliminar células muertas y preparar la piel para el tratamiento posterior.
  4. Ducha para eliminar los restos del exfoliante.
  5. Envoltura corporal desintoxicante, calmante e hidratante (a elegir entre té verde, arcilla blanca y jazmín), que se aplica con un suave masaje por todo el cuerpo para calmar el daño ocasionado por los factores externos y conseguir una recuperación inmediata de la piel. Envoltura en una sábana de plástico durante 20 minutos hasta la total penetración del preparado.
  6. Ducha para eliminar los restos de la envoltura.
  7. Masaje corporal especial de la casa con aceites esenciales hidratantes y calmantes (a elegir entre flor de jazmín, hierba de limón o geranio).
  8. Para terminar, se ofrece al cliente un relajante té orgánico.

The Organic Spa. Calle Lagasca 90. Madrid.

About the author

Expertos