10 reglas de oro para el perfecto autobronceado
1. Exfoliar antes, durante – ¡y después! Exfolia 24 horas antes de la primera aplicación e insiste en las áreas más rugosas (rodillas, codos, tobillos), pues acumulan más queratina. Posteriormente, exfolia con suavidad 1 ó 2 veces por semana para evitar acumulación de producto: varias capas provocan un resultado desigual. De ahí que St. Tropez haya creado un exfoliante a medida, su St. Tropez Body Polish.
2. Prevenir es mejorar. Si te depilas con cuchilla, hazlo 24 horas antes del autobronceado. Si no, el producto se acumulará en el poro y aparecerán pequeñas manchitas.
3. Hidratación: nunca es suficiente. La causa más común de un tono pardo en lugar de un bronceado bonito es la piel seca. Aplica una capa generosa de hidratante como St. Tropez Body Moisturiser –incidiendo especialmente en muñecas, manos, codos, rodillas, tobillos y pies- la noche antes de utilizar el autobronceador.
4. ¡Manos fuera! Mantén las manos aisladas del autobronceador. La manopla Tan Aplicator Mitt de St. Tropez es, sencillamente, el mejor aplicador del mundo.
5. Mejor dos que una. Durante la aplicación, lo más importante es no dejar ninguna zona sin cubrir. No te preocupes si pasas dos veces por alguna parte del cuerpo: el bronceado sólo será irregular si te saltas un área y esta queda libre de producto.
6. Suave, suave. Hay que extender el autobronceador suavemente: frotar vigorosamente puede provocar un resultado irregular.
7. A cada piel, su intensidad. ¿Buscas un bronceado profundo, como si acabaras de llegar de Supervivientes? No elijas por ello un tono más oscuro que tu piel. Si tu piel es clara, usa siempre el tono Light – Medium y reaplica una o dos veces para aumentar su intensidad, o busca las fórmulas más intensas de St. Tropez.
8. Ropa en libertad. Después de aplicarlo, utiliza ropa suelta y oscura y evita la ropa interior ajustada. Y si llevas sólo un albornoz, mejor.
9. Color a dos velocidades. Ten en cuenta que el bronceado en el rostro y en las manos se desvanece más rápido que en el resto del cuerpo.
10. Y…recordamos…con la hidratación nunca es suficiente. No olvides hidratar la piel a diario para prolongar el bronceado y que luzca con un tono jugoso, bonito y luminoso.