8 claves para un bronceado sano y duradero

Una piel dorada luce mejor, estiliza y afina la figura; además, la exposición al sol eleva los niveles de serotonina y te hace sentir más feliz. Cuando te vas de vacaciones y las jornadas de playa y piscina se convierten en tu rutina diaria, seguro te preguntas, cuáles son las claves para obtener, por fin, un moreno saludable y duradero. No cabe duda que hábitos saludables como la alimentación, la exposición solar controlada o el uso de determinados cosméticos es imprescindible; por ello, Mi Rebotica te da las claves para conseguir una envidiable piel aterciopelada este verano.


1. Con protección, SIEMPRE. El factor idóneo según el tipo de piel, y una profunda hidratación (antes, durante y después) son el mejor remedio preventivo para un moreno bonito, uniforme y duradero.

2. A fuego lento. El bronceado se prolonga más cuando se consigue poco a poco. En pieles normales, se recomienda ir aumentando la exposición al sol en 10 minutos cada día. Las peores horas para tomar el sol son de 12 a 16 de la tarde, las radiaciones solares son más agresivas y se necesita una protección más controlada.

3. ¡OJO!. Los ojos también sufren quemaduras solares que provocan daños a corto y largo plazo. Lo ideal es ponerse un sombrero y mantener los ojos cerrados mientras se toma el sol y llevar unas buenas gafas de sol durante el día.

4. Evita los perfumes y maquillajes durante la exposición solar. Los primeros te quemarán la piel y los segundos te dejarán un bronceado muy irregular poco deseable.

5. Exfoliar la piel. Imprescindible para conseguir un bronceado más uniforme. No temas, si escoges exfoliantes poco agresivos y masajeas con suavidad no eliminarás el color, solo acabarás con las células muertas.

6. Un aliado. Para evitar el efecto rebote del sol en forma de sequedad y deshidratación, utiliza un buen aftersun que lee devuelva su equilibrio y su elasticidad. Tras la exfoliación, este tipo de cremas penetra en las capas más profundas y alivian la piel de la acción de los rayos solares. Además, debes utilizar tratamientos específicos ultrahidratantes después de la ducha diaria y aplicar alguna crema, aceite o sérum nutritivo para alimentar en profundidad cara y cuerpo.

 

7. Los “superpoderes” del ALOE. La popular planta medicinal se ha utilizado durante años en el tratamiento de la piel, tanto para sanar heridas o quemaduras (especialmente eficaz con las provocadas por el sol), como para hidratarla, limpiarla y refrescarla. Contiene muchas vitaminas como A, C, E, ácido fólico y es una de las pocas plantas que contiene vitamina B12. Su uso es perfecto durante todo el año pero en verano, si cabe más, ya que es la época en la que la piel está más expuesta a la radiación solar y puede resecarse más por factores como el cloro de las piscinas. Tu bronceado multiplicará positivamente su aspecto si cuidas y mantienes la piel hidratada, por lo que es ideal utilizar productos que contengan aloe tanto a nivel corporal como facial.

8. Cuida la alimentación. Los alimentos ricos en carotenos estimulan la producción de melanina y los que contienen vitaminas B o E evitan la deshidratación y la descamación, cuidan la piel y prolongan el bronceado. Apuesta por la zanahoria, el tomate, el pimiento, el melocotón o las verduras de hoja verde en general. Añade también y legumbres a tu dieta.

 

 

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