DIFERENCIAS ENTRE DEPILACIÓN IPL Y LÁSER
La depilación es un sistema que utiliza la luz para acabar con el vello, que engloba tanto IPL (Intensed Pulse Light, Luz Pulsada Intensa) como cualquier tipo de láser.
Ambas técnicas son un sistema de depilación basado en el principio de la fototermólisis selectiva, según el cual, la luz aplicada sobre la piel se transforma en calor a través de la melanina del vello, destruyendo las células germinativas del folículo piloso que alimenta el mismo.
La diferencia fundamental entre ambas técnicas es la longitud de onda en la que trabaja, lo que se traduce en la profundidad que alcanza la luz en la piel.
La depilación láser, trabaja en una sola longitud de onda, por eso, hay distintos tipos de láser, ya que cada uno trabaja en una longitud de onda diferente, y por lo tanto, cada uno puede tratar con eficacia un distinto tipo de vello y piel.
Ejemplos más conocidos: El láser de diodo tiene una longitud de onda de 810 nm. El láser Alejandrita tiene 755nm
Por su parte, la depilación con Luz Pulsada Intensa (IPL) trabaja con una longitud de onda variable, que va de 400nm- 1200nm, lo que otorga a esta técnica una mayor versatilidad permitiendo que la luz transformada en calor llegue a distintas profundidades y elimine de forma eficaz muchos más tipos de vello (desde el más rubio al más oscuro).
Además, la depilación IPL es una técnica efectiva e indolora gracias a que la luz se distribuye por distintos niveles de profundidad dispersando la energía-calor por diferentes puntos, al contrario que el láser, que concentra toda la energía-calor en el mismo nivel de profundidad y en el mismo punto. Esto hace que esta técnica tenga mayor riesgo de lesionar la piel y lo convierte en una técnica muy dolorosa.
Principales ventajas y diferencias
Aunque existen similitudes entre el funcionamiento de la depilación con Luz Pulsada Intensa y la depilación láser, las diferencias tanto en cabina como a nivel de resultados y tratamiento son más que notables.
Aparte de las diferencias en cuanto a la luz con la que trabajan ambas técnicas y del nivel de dolor de una y otra, el precio también supone una gran disparidad. El IPL es mucho más asequible y económico, ya que no precisa de personal médico dada la seguridad de la técnica.
Depilación en pieles bronceadas
Gracias al innovador sistema Sun&Safe patentado por No+Vello, ya se puede realizar el tratamiento de depilación IPL en pieles bronceadas, algo imposible con la tecnología láser.
No+Vello cuenta con un sistema específico y seguro para pieles tostadas, tanto por el sol como por rayos UVA, con el que ha implantado nuevos parámetros y mejoras en los equipos utilizados, que permiten que las pieles bronceadas puedan ser sometidas al tratamiento protegidas por un gel conductor que cuida y refrigera la piel.
Número de sesiones necesarias
El número de sesiones de depilación, tanto IPL como láser, necesarias para acabar con el pelo depende del fototipo de piel, de las características del vello, el área a tratar, el sexo y edad de la persona, así como de su estado hormonal en el momento del tratamiento.
El tiempo de espera entre sesiones es igual en ambas técnicas. Lo aconsejable es que se realicen las primeras sesiones cada 45 días aproximadamente, porque es el tiempo estimado en el que las células germinativas vuelven a dar alimento al vello haciendo que éste salga al exterior de nuevo, lo que lo convierte en el momento ideal para realizar el tratamiento. En cada sesión se van eliminando más células germinativas, por lo que el vello recibe menos alimento pudiendo de esta manera espaciar cada vez más las sesiones.
¿Son definitivos?
La verdadera respuesta es NO. Ninguna de las dos técnicas acaba con el vello de forma definitiva debido a que el cuerpo humano está repleto de folículos inactivos que se pueden activar a lo largo de nuestra vida de forma natural.
Se considera que un tratamiento ha finalizado cuando se ha eliminado el 80%- 90% de vello en la zona tratada. La generación de vello nuevo, que siempre es mucho más fino y débil, dependerá de las características personales de cada uno (edad, sexo, estado hormonal…), y en casos generales, se produce de una forma muy lenta, de manera que tras finalizar el tratamiento sólo serán precisas de media 1- 2 sesiones anuales de recordatorio.